jueves, 21 de junio de 2007

Tres semanas en Portugal...

...y lo que te rondaré, morena. Resulta que yo me había propuesto publicar una entrada a la semana cuando empecé este blog, pero como el hombre dispone y el demonio ese de la secta satánica al que adoran millones dispone, llevo tres semanas trabajando en Portugal y me queda por lo menos otra más. Internet, aquí, no está muy desarrollado y es difícil encontrar sitios donde hacer algo más que mandar un correo o echar una partida en red.

El país es bonito y esta zona -entre Torres Vedras y el Atlántico-, más. Me recuerda a algunas zonas de Espanha hace quince anhos -o de la Grecia actual-. Supongo que los nacidos en el Mediterráneo estamos acostumbrados y no lo observamos, pero en cuanto te mueves un poquito por las costas que se extienden desde la Iberia atlántica hasta el estrecho del Bósforo, te das cuenta de hasta qué punto las talasocracias helénicas nos marcaron para milenios; la cultura de la casita blanca, el vino tibio y la sensualidad dulzona y posesiva, mucha pose, está presente por todo el Sur de Europa.

El clima es agradable, atlántico, sin calores excesivos y con tormentas ocasionales. Vamos, que me estoy librando por el momento de los calores veraniegos.

No tengo manera de postearos las fotos, así que tendréis que esperar a mi regreso (o hasta que consiga un servicio de Internet decente). En todo caso id preparándoos, porque os tengo preparada una tanda de artículos que levantarán ampollas. Y algunas sorpresas más.

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